Se trata del agujero azul más profundo del mundo en su tipo. Con un descenso vertical de 203 m a tan solo unos metros de la orilla, el agujero azul de Dean en las Bahamas es una impresionante maravilla natural. Es también el lugar perfecto para la modalidad deportiva de la inmersión en apnea. El pasado mes albergó la Suunto Vertical Blue, el mayor evento de inmersión en apnea de su clase. 56 deportistas procedentes de 21 países distintos compitieron para alcanzar profundidades increíbles con una sola respiración.
En diez días se batieron dos récords mundiales y 65 récords nacionales en el transcurso de 252 inmersiones individuales. El primer día de la competición, el 21 de noviembre, Ashley Futral Chapman (EE.UU.) batió el récord mundial femenino de peso constante sin aletas (CNF) con una inmersión de 67 m de profundidad en 3'15. Esta deportista natural de Carolina del Norte se sumergió sin aletas y empleó una técnica de braza modificada para lograr su tercer récord mundial.
El buceador en apnea ruso Alexey Molchanov elevó el listón a un nuevo nivel con una inmersión récord mundial de 126 m de profundidad en la modalidad de peso constante (CWT) con un tiempo de 3'46. En esta disciplina, la inmersión se realiza con la única ayuda de una monoaleta.
Hacia la mitad de la competición, la Suunto Vertical Blue parecía empezar a convertirse en un duelo de titanes, cuando sólo unos minutos después de la inmersión de Molchanov, el organizador y embajador de Suunto William Trubridge trataba de recuperar la plusmarca.
En esta ocasión, el varias veces plusmarquista cometió un error técnico y ascendió demasiado pronto. Dos días después, Trubridge hizo otro intento, pero finalmente el destino no se puso de su parte.
No obstante, con una inmersión de 121 m el penúltimo día de la competición, logró un nuevo récord nacional para Nueva Zelanda.
Durante la competición, cada buceador en apnea acumuló puntos por cada inmersión y Trubridge finalizó también en cabeza de las clasificaciones generales.
Más tarde, afirmaba: «Estoy un poco decepcionado con mi rendimiento, pero dada la enormidad de la Suunto Vertical Blue, no puedo estar muy disgustado. Los resultados hablan por sí solos. ¡Conseguimos la mayoría de resultados de todas las competiciones de profundidad y más deportistas me han comentado que esta ha sido la mejor competición a la que han asistido nunca!»
«Alexey, Ashley y muchos otros deportistas obtuvieron rendimientos excepcionales.» Y añade: «Me tomaré un descanso en Navidades y retomaré los entrenamientos en enero».
Una de las sorpresas de la competición fue la buceadora en apnea japonesa Tomoka Fukuda, que logró un récord nacional de 65 m en apnea libre (ascender y tirar de una cuerda), así como una inmersión de 80 m en la modalidad CWT, a pesar de que sólo lleva compitiendo un año.
Otros récords nacionales recayeron en Francia, Reino Unido, Chile, Brasil, Argentina, la República Checa, España, México, Israel, Túnez y Finlandia.
Los vencedores absolutos fueron:
Modalidad femenina:
Oro: Alena Zabloudilova (República Checa)
Plata: Ashley Futral Chapman (EE.UU.)
Bronce: Tomoka Fukuda (Japón)
Modalidad masculina:
Oro: William Trubridge (NZ)
Plata: Alexey Molchanov (Rusia)
Bronce: Robert King (EE.UU.)
Los vencedores absolutos recibieron cada uno un Suunto D6is. Suunto, la marca líder en ordenadores de buceo del mundo, es el profundímetro oficial utilizado en todas las pruebas del récord mundial de inmersión en apnea de la AIDA. Mika Holappa, Director de la división de inmersión de Suunto, afirma: «Con la participación de tantos deportistas de alto nivel del mundo y con tantos récords mundiales y nacionales fantásticos, la Suunto Vertical Blue ha sido un festival de inmersión en apnea increíble y estamos orgullosos de haber participado. Debemos felicitar a William Trubridge no sólo por sus inspiradoras inmersiones, sino también por organizar un evento de tanto éxito».
William Trubridge, organizador, añade: «Lo que hace que la Vertical Blue sea un evento especial es que proporciona a los deportistas campo libre para explorar su potencial acuático. Si uno dejara sus diamantes en el sótano de un rascacielos de 40 pisos que se hundiera hasta el tejado, estos deportistas podrían sumergirse por el hueco del ascensor y recuperarlos. Las inmersiones más profundas duran más de cuatro minutos, pero no tiene nada que ver con aguantar la respiración cuatro minutos en la bañera: son cuatro minutos de impulso a través de una columna de agua mientras se combaten presiones que reducirían una pelota de fútbol al tamaño de una de tenis y que someten los circuitos neurológicos a una narcosis desorientadora. Son cuatro minutos que tienen lugar en otra dimensión, en la que el tiempo se alarga una eternidad... una eternidad que dura, sin embargo, una sola respiración».
Acerca de William Trubridge:
Trubridge lleva la inmersión en apnea en la sangre. Nacido en el Reino Unido, los primeros años de su vida se caracterizaron por una existencia nómada navegando por el mundo a bordo del velero de sus padres, antes de que la familia se asentara en Nueva Zelanda. Aprendió a nadar a los 18 meses y con ocho años ya lograba sumergirse en apnea hasta los 15 m, compitiendo con su hermano mayor para ver quién podía recuperar una piedra a mayor profundidad. Pero no fue hasta los 22 años cuando descubrió el mundo de la competición. Desde entonces, este deportista de 32 años ha batido numerosos récords de inmersión en apnea. Fue el primer ser humano en romper la barrera de los 100 m de profundidad completamente sin ayudas en 2010: sin aletas, cuerdas ni pesos. También sustenta el récord de «Apnea libre» —121 m—, una disciplina en la cual los buceadores descienden y ascienden tirando de una cuerda. En 2011 y 2012 recibió el premio WAFA (World's Absolute Freediving Award), que lo situaba como el buceador en apnea más destacado del mundo.
Encontrará una selección de inmersiones récord disponibles en YouTube: www.youtube.com/user/VBFreediving
Encontrará más resultados e informes en www.facebook.com/verticalblue y www.deeperblue.com.